martes, 2 de junio de 2015

Recorriendo Flandes: Gante

El lugar a visitar más esperado del viaje. Los comentarios que había recibido y las referencias que encontré buscando en otros blogs acerca de Gante situaron las expectativas bastante altas... y la verdad es que no fue ninguna decepción.

Ese fin de semana había más movimiento del esperado ya que, aún sin estar en temporada alta, el equipo de fútbol había ganado la liga belga por primera vez en sus 115 años de historia. La celebración fue por todo lo alto  - para ser Bélgica - y lo que en España probablemente hubiese durado hasta bien entrada la madrugada, en Gante se extendió hasta poco más de las 10 de la noche.


Vistas de la Iglesia de San Nicolas desde la Torre Belfort

Como comentaba en el post anterior, habíamos reservado una casa a través de Airbnb. Estaba en las afueras pero la dueña nos prestó dos bicicletas con lo que desplazarse hasta el centro era un paseo de 5 minutos. La casa era muy antigua y su remodelación aún no había acabado pero su aire rústico, suelo de madera, patio y chimenea de leña le daban un toque bastante auténtico y con mucho encanto.

Últimamente nos estamos aficionando a Airbnb. La verdad es que para determinados destinos es una opción muy atractiva, sobre todo por precio y comodidad, ya que es posible encontrar una casa/apartamento sin necesidad de compatir con mejor precio que el hotel más asequible de la zona. Nuestra experiencia por ahora (París, Copenhage, Amsterdam y Gante) ha sido realmente buena y pensamos seguir utilizándolo en futuras ocasiones.


Vistas desde el Puente de San Miguel

Salimos de la casa y, tras pedalear un rato, dejamos las bicis en uno de los múltiples aparcamientos gratuitos de la ciudad. El centro histórico no es muy grande y en un día se puede ver por completo sin apurar demasiado. En mi opinión, estos son los puntos mas importantes que no nos podemos perder:
  • El Puente de San Miguel es un lugar único. Da igual en que dirección se mire: todo lo que encontramos a nuestro alcance es bonito. Si queréis comprobarlo por vosotros mismos basta acercarse un momento a Gante... o una visita virtual de 360º. En nuestro caso, fue el punto de entrada al centro histórico y el mejor sitio posible para sacar la cámara de la funda ☺
  • La torre Belfort alberga un pequeño museo de campanas en su interior. Esta impresionante de 1313 es posiblemente el campanario más alto del mundo con casi cien metros de alto. Cuesta 6 euros acceder al interior pero sin duda merece la pena para subir hasta la última planta y conseguir unas panorámicas espectaculares de toda la ciudad o hacerse un belfie. Para los amantes de los retos, se pueden subir sus interminables escaleras de caracol.


  • La Sint Baafskathedraal alberga el famoso retablo "La adoración del cordero místico", también conocido como Altar de Gante. En este templo ahora convertido en museo, también destacan obras de Rubens y su órgano.
  • Gravensteen es un castillo del s. XII donde nació Carlos I de España. En su interior se pueden visitar celdas, algunas de sus estancias o la cripta. El patio estaba caracterizado al estilo de la época y había herreros martilleando el metal, comerciantes y un espectáculo de cetrería.
  • Otro sitio peculiar es la Calle de los Graffittis, cuyo nombre real es Werregarenstraat. El ayuntamiento permite desde hace años pintar las paredes y el resultado final es cuando menos llamativo.
Comimos en Amadeus, una cadena de restaurantes que se ha hecho muy popular en el país por su decoración, precio y por poder comer todas las costillas que nuestro estómago viajero soporte. Lo recomendaban en muchos blogs pero no os perderéis demasiado si coméis en otro sitio. Eso sí, acordaos de guardar algo de sitio para el dulce típico de la ciudad: Neuzeke o Narices de Gante

Neuzekes o Narices de Gante

Resumiendo, nos gustó mucho Gante, una ciudad de cuento medieval y llena de encantos que no debe faltar en vuestra ruta por a Bélgica. Nos vemos #OnTheRoad!